Fisioterapia - El estrés

23.04.2020

El estrés es una reacción fisiológica del organismo para afrontar una situación que se percibe como amenazante o que requiere una demanda incrementada de energía.

A día de hoy la mayor parte de la población asociamos la palabra estrés con algo negativo, pero en realidad la respuesta al estrés es un mecanismo muy adaptativo y ha sido favorecido por la evolución. El estrés nos permite estar alerta para luchar-huir ante una amenaza.

¿Pero qué sucede a nivel fisiológico?

Lo que ocurre es que se activa nuestro sistema neuro-endocrino, dos sistemas paralelos que interactúan entre sí para generar cambios en el organismo que nos permitan adaptarnos a la situación. El sistema nervioso simpático, y el eje hormonal hipotálamo-hipofisario.

A nivel del sistema nervioso el protagonista es el sistema nervio simpático, encargado entre otras cosas de estimular la medula adrenal para que libere la adrenalina. La adrenalina actuará aumentando la frecuencia cardíaca para bombear más sangre, dilata las vías aéreas, redirige el flujo sanguíneo hacia las partes motoras del cuerpo suprimiendo el flujo de sangre de los sistemas no necesarios para huir o luchar (como el sistema digestivo, o el sistema reproductor).

A nivel hormonal, el eje hipotálamo-hipofisario localizado en el encéfalo se encarga de liberar al torrente sanguíneo la hormona corticotropina (ACTH), que viajará hasta el corteza suprarrenal donde se forma y se libera el cortisol, la hormona estrella del estrés. La función más importante del cortisol es incrementar la cantidad de glucosa en sangre (es la gasolina, nuestro principal sustrato energético), promoviendo la gluconeogénesis hepática gracias a la degradación de proteínas y triglicéridos. También pone en marcha mecanismos de recuperación, como los mecanismos antiinflamatorios (corticoides), estimula el apetito, favorece el reposo, estimula el depósito de grasa (favorece la obesidad). También es inmunosupresor.


En relación a la actividad física, el entrenamiento progresivo mejora la tolerancia al estrés, aunque en ocasiones pueden ser desproporcionados y generar un trastorno agudo, o enfermedad postraumático por estrés.

Como conclusión podríamos decir que el estrés es una respuesta normal, natural que nos permite sobrevivir en un entorno hostil y que optimiza nuestros recursos para lograr huir o luchar contra la amenaza. Pero debemos tener en cuenta que si sobrepasamos el nivel de estrés que nuestro organismo puede tolerar, provocaremos  el agotamiento y la enfermedad posttraumática por estrés.